17 de mayo: DAFAS conmemora el Día del Reciclaje

Con motivo de conmemorarse hoy 17 de mayo el Día del Reciclaje, desde la Dirección de Ayuda Financiera para la Acción Social (DAFAS) destacamos una serie de acciones que se realizan en el marco del Programa anual de Responsabilidad Social “Construyendo compromiso” –eje medio ambiente- que contribuyen a la concientización sobre la importancia de gestionar los residuos y fortalecer el sistema de reciclado para el cuidado del planeta.

Como acciones representativas del programa, desde el año 2012 se recolectan tapitas plásticas para la Fundación Garrahan en la sede central de nuestro edificio, que se articula con los referentes de esta institución en la provincia de La Pampa. El programa –que tiene alcance nacional- es el de las Tapitas Solidarias, que permite reunir miles de kilos de plástico no solo en los centros de acopio de Santa Rosa, sino del resto de localidades pampeanas y distintos puntos del país.

Otra de las acciones es la recolección del papel para el Voluntariado de Pediatría del Hospital Lucio Molas y la colaboración en la logística del traslado de cientos de miles de kilogramos no solo de DAFAS y el ISS, sino de otros organismos gubernamentales y entidades de la ciudad de Santa Rosa. 

Recientemente se comenzaron también a recolectar los tóneres y cartuchos de tinta que se descartan en las distintas oficinas, para llevarlos al Centro de Transferencia de Residuos de Santa Rosa donde reciben el tratamiento diferencial correspondiente.

Por último, en DAFAS se realiza la separación de residuos en origen (secos y húmedos), contribuyendo al proceso de tratamiento y diferenciación que se realiza en la ciudad de Santa Rosa.

PLÁSTICO: TAPITAS SOLIDARIAS DESDE DAFAS AL GARRAHAN

En el día del reciclaje, los referentes del programa de Reciclado y Medio Ambiente de la Fundación Garrahan nos explicaron el circuito que siguen las tapitas plásticas de gaseosas, aguas y jugos, reunidas no solo por DAFAS y otras entidades de Santa Rosa, sino en otros puntos del país.

“Es una cadena de bendiciones que todos junten. Esta acción resulta de una suma de voluntades que no tiene nombre y apellido. Todos colaboran, es una obra de muchas personas. Mandan desde las localidades y nosotros a Buenos Aires, a través de una empresa de transporte que nos traslada gratuitamente las tapitas”, nos confiaron los representantes.

Muchas de esas tapitas son separadas por color, porque la fundación recibe una retribución mayor, además de estar prolijamente empaquetadas y embolsadas para evitar que se pierdan en el traslado.

Un dato no menor es que el plástico es un derivado del petróleo, por lo tanto al reciclarlo se ahorra este recurso y se ayuda al medio ambiente porque una tapita demora 500 años en degradarse.

La venta del plástico molido a empresas que lo funden y fabrican distintos artículos (para el hogar, de librería, una gran variedad de recipientes y juguetes) posibilita a la fundación generar ingresos económicos para el hospital que logra atender gratis a pacientes con patologías complicadas, además de comprar y reparar equipamiento de alta complejidad, insumos y solventar la capacitación del equipo de salud, entre otras múltiples acciones.

PAPEL QUE POSIBILITA SUEÑOS

Desde la organización Voluntarias de Pediatría del Hospital Lucio Molas se destaca que la colecta del papel descartado en nuestra institución para su posterior comercialización, les garantiza fondos para solventar algunas de sus acciones solidarias.

Es que gracias a estos recursos han podido adquirir televisores para cada una de las habitaciones del Área de Pediatría, además de otros artículos necesarios para la estadía de las y los pequeños pacientes y sus familias en el establecimiento de salud. De manera periódica el papel recolectado en DAFAS y otros organismos del ISS, es trasladado al centro de acopio desde donde es enviado a la empresa que lo compra.

Si bien papeles y cartones tardan un año en degradarse naturalmente, su reutilización tiene beneficios ambientales además de contribuir a la economía circular.

Como dato para destacar, por cada tonelada de papel y cartón reciclados se ahorran 140 litros de petróleo (un combustible fósil no renovable), 50.000 litros de agua y se evita la liberación de 900 kg de CO2 (dióxido de carbono), uno de los gases del efecto invernadero, responsable del calentamiento global.